ELECTROFORESIS DE HEMOGLOBINA

El ayuno recomendado para el estudio es entre 8 a 12 horas, a partir de su último alimento por la noche.

Evite fumar e ingerir bebidas alcohólicas 24 hrs antes de su estudio.

Se recomienda no ingerir ningún medicamento antes del estudio ya que puede alterar el resultado, si lo requiere y su médico lo autoriza, lo puede tomar con medio vaso de agua simple.

La ingesta de agua simple está permitida siempre y cuando sea aproximadamente medio vaso de agua.

La electroforesis de hemoglobina es una técnica de laboratorio que permite separar y identificar los diferentes tipos de hemoglobina presentes en la sangre. La hemoglobina es una proteína presente en los glóbulos rojos y es responsable de transportar el oxígeno a los tejidos del cuerpo. Mediante la electroforesis, se aplica una carga eléctrica a las moléculas de hemoglobina y se las separa en función de su tamaño y carga eléctrica. Esto permite identificar y cuantificar los diferentes tipos de hemoglobina presentes, como la hemoglobina A (HbA), la hemoglobina A2 (HbA2), la hemoglobina F (HbF) y otras variantes anormales de la hemoglobina. La electroforesis de hemoglobina es especialmente útil en el diagnóstico y seguimiento de enfermedades hereditarias de la hemoglobina, como la anemia falciforme, la talasemia y otras variantes de la hemoglobina. Estas enfermedades se caracterizan por una alteración en la estructura o producción de la hemoglobina, lo que puede afectar su función de transportar el oxígeno. El análisis de electroforesis de hemoglobina se utiliza para detectar y diferenciar las diferentes variantes de hemoglobina presentes en un individuo, lo que ayuda en el diagnóstico y clasificación de las enfermedades de la hemoglobina. También puede utilizarse para evaluar la respuesta al tratamiento en pacientes con estas enfermedades y para detectar portadores de genes anormales de la hemoglobina. Es importante destacar que la interpretación de los resultados de la electroforesis de hemoglobina debe ser realizada por un médico especialista, como un hematología. El médico utilizará esta información en conjunto con la historia clínica del paciente, los síntomas presentes y otras pruebas complementarias para realizar un diagnóstico preciso y establecer un plan de tratamiento adecuado en cada caso particular.