ELECTROFORESIS DE INMUNOGLOBULINA (INMUNOELECTROFORESIS)

El ayuno recomendado para el estudio es de 8 a 12 hrs., a partir de su último alimento por la noche.

Evite fumar e ingerir bebidas alcohólicas 24 hrs. antes de su estudio.

Se recomienda no ingerir ningún medicamento antes del estudio ya que puede alterar el resultado, si lo requiere y su médico lo autoriza, lo puede tomar con medio vaso de agua simple.

La ingesta de agua simple está permitida siempre y cuando sea aproximadamente medio vaso de agua.

La electroforesis de inmunoglobulina, o inmunolectroforesis, es una técnica de laboratorio que permite separar y cuantificar las diferentes clases de inmunoglobulinas presentes en la sangre, como la IgG, IgA, IgM, IgE e IgD. Las inmunoglobulinas, también conocidas como anticuerpos, son proteínas producidas por el sistema inmunológico en respuesta a la presencia de antígenos, como bacterias, virus u otras sustancias extrañas al organismo. En la electroforesis de inmunoglobulina, se aplica una carga eléctrica a las muestras de suero o plasma sanguíneo y se las separa en función de su tamaño y carga eléctrica. Esto permite identificar y cuantificar las diferentes inmunoglobulinas presentes en la muestra. La inmunolectroforesis es especialmente útil en el diagnóstico y seguimiento de enfermedades del sistema inmunológico. Por ejemplo, en el caso del mieloma múltiple, un tipo de cáncer de células plasmáticas, se pueden observar cambios en los patrones de inmunoglobulinas en la electroforesis. También se utiliza en el diagnóstico de enfermedades autoinmunes, como el lupus eritematoso sistémico, donde se pueden encontrar niveles anormales de inmunoglobulinas específicas. Además, la electroforesis de inmunoglobulina se utiliza para evaluar las deficiencias de inmunoglobulinas, como la inmunodeficiencia común variable, donde se pueden observar niveles bajos de ciertas clases de inmunoglobulinas. Es importante destacar que la interpretación de los resultados de la electroforesis de inmunoglobulina debe ser realizada por un médico especialista, como un inmunólogo o hematología. El médico utilizará esta información en conjunto con la historia clínica del paciente, los síntomas presentes y otras pruebas complementarias para realizar un diagnóstico preciso y establecer un plan de tratamiento adecuado en cada caso particular relacionado con enfermedades del sistema inmunológico.